Apenas anuncia el sol
con su luz la madrugada
sale la tropa en silencio
a comenzar la jornada.

Grano a grano, ellas transportan
a subterránea morada
alimentos para todas
las que viven en la casa;
hormiguero, mejor digo,
puesto que de hormigas trata
este ir y venir corriendo
cargando migas sin pausa.

Cargan pedacitos de hojas
que apenas pueden sus patas
y unas a otras se ayudan
como si fueran hermanas.
En primavera y verano
y hasta en otoño ocupadas,
pues cuando llegue el invierno
habrá comida en sus arcas.

Hormiga, ¡tan pequeñita!
¡y lo mucho que trabajas!
-Trabajo porque me gusta
porque el que trabaja gana
el sustento y el abrigo
para sí y sus camaradas.

-Andrés Díaz Marrero-

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